lunes, 28 de julio de 2014

Será mi fin...

Debería morir, alcanzar ese paraíso del que tanto me alejo.
Intentar besar el cielo y que mis demonios me arrastren a los confines del infierno. A la desolación definitiva de mi alma, al fuego para consumirme una y otra vez en el dolor.
No me quedan ángeles a los que acudir. Solo demonios de los que aceptar sus besos.
Nunca quise esto, ser yo. Puedes pensar que soy feliz, pero antes de hacerlo pateame en el suelo. 
No entiendo como he llegado aquí sin quererlo. Pero nadie se dará cuenta de que me he ido cuando lo haga.
Acabaré por ser la persona que nunca quise ser, pero eso siempre se supo y no tiene remedio.
Nunca quise quedarme. 
Pero todo esto; no hoy, algún día, será mi fin.

sábado, 12 de julio de 2014

Tú.

Tú, devuelves poco a poco la sangre a mis venas secas. Y las fuerzas a mi corazón débil y vacío.
Mi luna de las noches de julio en un pueblo desierto. Mi esperanza; mi  razón como humano, que algún día se verá cara a cara con la muerte, para creer que podías quererle como tu amigo propio y personal.
No se pensar en que me quieras. Pero tampoco sé entender que lo hagas si es así.
Quizás me equivoque, probablemente no me entiendas.
Calma mi conciencia, alarga mis días, tenme paciencia. Tus ojos enamoran a este filósofo de bar desventurado. Y tus palabras ciegan a este negligente enamorado de una vida dolorida