Homesick
lunes, 28 de julio de 2014
Será mi fin...
sábado, 12 de julio de 2014
Tú.
Tú, devuelves poco a poco la sangre a mis venas secas. Y las fuerzas a mi corazón débil y vacío.
Mi luna de las noches de julio en un pueblo desierto. Mi esperanza; mi razón como humano, que algún día se verá cara a cara con la muerte, para creer que podías quererle como tu amigo propio y personal.
No se pensar en que me quieras. Pero tampoco sé entender que lo hagas si es así.
Quizás me equivoque, probablemente no me entiendas.
Calma mi conciencia, alarga mis días, tenme paciencia. Tus ojos enamoran a este filósofo de bar desventurado. Y tus palabras ciegan a este negligente enamorado de una vida dolorida
lunes, 16 de junio de 2014
De amor también se muere... Más o menos
lunes, 14 de abril de 2014
Estoy aquí
Sigo aquí sin respuesta alguna, como una sombra sin alma en una ciudad sin corazón camino por aquellos lugares en los que te veía, eliminando recuerdos y levantando murallas para proteger lo que me queda de vida.
He caminado tanto pensando en ti que, sin darme cuenta, estoy de pie al borde de los confines de la tierra mientras que mi alma, sin ser mas que una sombra, deambula alrededor de tu sonrisa.
Me desvanezco, como mi amor por ti. Lo que alguna vez fui se ha quedado contigo y yo ya me fui, sin conocerme y escondiendome tras mis murallas, pero ya no quiero seguir ahí.
Por lo menos no me siento tan vacío. Y el único momento en que volveré a ese abismo será cuando te vea, siempre de lejos pero contigo, recordando el suave tacto de tus manos y tu delicada sonrisa. Sin embargo, se que cada día te buscaré entre la gente, aunque mi alma se retuerza en mi pecho, intentaré verte.
Seguiré caminando, levantando mi muralla entre la gente, atravesando la ciudad e intentando verte.
lunes, 24 de marzo de 2014
Una noche lluviosa de abril.
No quiero hacer algo perfecto, solo quiero hacer lo que me gusta lo mejor posible de forma real.
No hay nada perfecto, lo único perfecto que he visto es la sonrisa de aquella que se quedó con mi corazón y nunca me lo devolverá.
Lo único aún mas perfecto que he visto son sus manos, sus manos suaves y delicadas cuando me rozaban.
Lo mejor que jamás sentí, fue esa sensación de fortaleza y debilidad sabiendo que ella, de algún modo, era mía.
Lo mas real que he vivido fueron esos momentos que ahora, tristemente, solo forman parte de un recuerdo del cual tengo miedo. Tengo miedo de recordar lo que perdí y lo que intento olvidar. Lo mas real que he vivido fue ese sentimiento por el cual uno pierde la cabeza, ese que algunos consideran inexistente y yo por ella sentí de verdad, ese llamado amor.
Si alguna vez hice algo bien ella fue quien lo causó, y, si he hecho algo mal, fue dejarla ir aquella lluviosa noche de abril.